INVESTIGACIÓN DEL MES
Laboratorio de fraude
Un alcance simulado, septiembre 2021
Septiembre 2021, Sevilla.
Cliente: Reale Seguros
Asunto: alcance trasero, cuatro ocupantes reclamando lesiones.
Contenido investigación: detección previa, entrevistas, daños materiales, relaciones entre partes.
Resultado: positivo, siniestro simulado.
En esta sección compartimos nuestras experiencias en el trabajo de investigación diaria con los profesionales implicados en la lucha contra el fraude. Vamos a analizar asuntos reales, a modo de casos de estudio, que nos servirán para reflexionar y mejorar los métodos y técnicas de intervención.
En este asunto, vamos a ver uno de los modos más frecuentes de intentar estafar al seguro en el ramo autos. Se trata de un supuesto alcance trasero, en el que se declaran hasta cuatro ocupantes lesionados.
DETECCIÓN:
La aseguradora recibe comunicación del siniestro a través de una declaración amistosa de accidente, en la que se identifican a ambos conductores, y se especifican en las observaciones que hay tres ocupantes, y el conductor, lesionados en el vehículo contrario. La persona responsable de la tramitación del siniestro realiza llamadas telefónicas para recabar las versiones de ambos conductores. La inconsistencias de las mismas, y el número de ocupantes declarados, motiva el encargo de investigación a nuestro despacho.
PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN:
Tras estudiar la documentación y cambiar impresiones con la persona responsable del expediente, coincidimos con ella en la existencia de elementos indiciarios que merecen una verificación. Es importante destacar el papel de la compañía que, a través de las primeras llamadas de comprobación, recoge suficiente información sobre las versiones de los implicados para detectar la falta de consistencia en las mismas. En este punto, la experiencia de los tramitadores/as es fundamental para poner atención en signos de alarma como - en este caso-, nerviosismo, demasiadas explicaciones, versión dubitativa o mecánica... Así mismo, la propia DAA, resulta llamativa en su confección meticulosa, incluyendo elementos muy poco habituales como reflejar con exactitud el número de ocupantes en las observaciones.
A partir de esta información, diseñamos una intervención con la hipótesis que se trata de un siniestro simulado, donde ambas partes se han puesto en connivencia, sin que haya existido materialmente el accidente. Para nosotros es importante trabajar con escenarios o hipótesis de trabajo, ya que nos permite analizar mejor la información y programar la intervención de forma individual en cada intervención. Por ejemplo, en este asunto, el hecho de que las versiones de los conductores no sean precisas suele indicar que la simulación no incluye la escenificación real de la colisión.
Conforme a este supuesto de trabajo, configuramos la intervención priorizando en primer lugar la verificación de los daños materiales en ambos vehículos, para comprobar que no se corresponden con la mecánica declarada. Para esto es importante la cualificación, como perito de daños de los detectives asignados, para que la verificación tenga la suficiente entidad, y puede defenderse en sede judicial llegado el caso. La confirmación de que los daños no son coincidentes, refuerza la hipótesis -en caso contrario, hay que replantear el supuesto-, y permite planificar el resto de pasos a seguir.
DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN:
Ya sobre el terreno, localizamos a ambos conductores y realizamos la inspección ocular de los respectivos vehículos. Aprovechamos la visita para recoger ampliamente las versiones de cada uno. El resultado de esta primera intervención refuerza la hipótesis de trabajo: los daños no se corresponden y, de los dos conductores, el único que tiene claro los detalles materiales del lugar y la mecánica es el asegurado, que reside en la localidad donde se produce. La recogida meticulosa de las declaraciones, con el suficiente nivel de detalle, nos permite deducir que el conductor contrario nunca ha estado en el lugar del accidente.
Tras esta primera confirmación de hipótesis, de importante valor probatorio, decidimos seguir desarrollando nuestro escenario de verificación, localizando y entrevistando a los supuestos ocupantes del vehículo contrario. El contenido de estas entrevistas se diseña para comprobar la presencia de estas personas, o no, en el supuesto escenario del siniestro, verificando los elementos claves que hacen creíble el relato de los hechos.
Resulta habitual en este tipo de investigación, y a la altura en que nos encontramos de la misma, que los implicados se vuelvan poco accesibles; han intercambiado información y son consciente del giro que están tomando los acontecimientos.
Los detectives tienen ahora que esforzarse en las labores de localización, en las gestiones complementarias, y en la insistencia para conseguir la información necesaria. En este punto la agilidad en la investigación es crucial, ya que cuanto más se dilate, más se reducen las posibilidades de realizar las gestiones.
En este caso, a pesar que nos movemos con celeridad, encontramos dificultades en la localización de los implicados, que nos eluden activamente, y solo logramos entrevistar en profundidad a una de las supuesta ocupantes del vehículo contrario. Sin embargo, esta declaración resulta crucial, ya que evidencia un desconocimiento absoluto de las circunstancias materiales y, además, nos revela involuntariamente una información que resulta fundamental en el resultado de la investigación: la relación de amistad entre ambos conductores previa al accidente. Teniendo en cuenta que ambos conductores habían negado rotundamente cualquier relación previa entre ellos, y una búsqueda negativa de relaciones en las redes, este dato tiene toda la importancia.
Para finalizar, realizamos todas las gestiones complementarias que nos parecen oportunas: inspección ocular del lugar del accidente, busquedas de testigos, verificación de documentación de asistencias, consulta a las autoridades locales, etc... Con las que poder terminar de armar la investigación, atando cualquier cabo que hubiera podido quedar suelto.
FINALIZACIÓN Y ELABORACIÓN DEL INFORME:
Terminado el trabajo sobre el terreno, es el momento de reunirse y valorar meticulosamente la información recogida. Debe de tener la calidad documental adecuada para poder ser procesada, porque de ello dependerá que puedan ser relacionados los distintos elementos para transformar esta información en medios de prueba eficaces.
En el asunto que nos ocupa, los elementos de valor están claros: falta de correspondencia de daños materiales, inconsistencia y contradicciones graves en las declaraciones, y relación oculta entre los conductores.
Una vez obtenidas las pruebas suficientes, pasamos a elaborar cuidadosamente el informe, procurando que los contenidos queden claramente expuestos, con las pruebas materiales necesarias, para que pueda convertirse en un documento clave en la toma de decisiones de la compañía y, en su caso, para que surta los efectos oportunos mediante su ratificación judicial.
Laboratorio de fraude. Investigaciones del mes
Septiembre 2021
Un alcance simulado