PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN:

Comentados con la persona responsable de la tramitación los pormenores del siniestro, realizamos una primera consulta en nuestra base de datos, que nos muestra que algunos de las ocupantes del vehículo contrario ya habían tenido participación en anteriores accidentes fraudulentos investigados por nosotros. Simultáneamente, una intenso rastreo de la actividad de los implicados en internet  nos confirma la relación directa entre las partes. Con este primer perfil, diseñamos una intervención basándonos en la hipótesis de que el accidente como tal ni siquiera se ha producido. Por tanto, vamos a centrarnos en una inspección detallada de los daños materiales de los vehículos, que no deben de tener correspondencia con la mecánica declarada, y en pormenorizadas entrevistas con todas  las ocupantes, cuyas manifestaciones deben ser contradictorias, y carecer de profundidad o consistencia, si nuestra hipótesis es correcta.

DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN:

Sobre el terreno, la investigación consiste en una paciente labor de localización y toma de declaración a las conductoras, y a cada una de las ocupantes, de ambos vehículos. Procuramos entrevistarnos por separado, por lo que hay que optimizar las oportunidades, ya que, en este caso, la mayoría de las ocupantes de cada automóvil, o pertenecen al mismo núcleo, o tienen relación familiar. Para ello, realizamos una labor de inteligencia previa para conocer lo necesario sobre horarios y hábitos que pueda servirnos para desarrollar con éxito las entrevistas.

Los avances en las averiguaciones se agrupan en tres pilares básicos:

a) Las declaraciones a las implicadas van confirmando la sospecha de fraude al estar plagadas de impresiciones, contradicciones, y una general falta de veracidad, en cuanto a su consistencia y detalle.

b) Los daños materiales, tras la inspección ocular de ambos vehículos, no se corresponden con la mecánica declarada. El examen de los mismos, realizado por un detective habilitado como perito judicial en daños materiales, revela que, en el caso del vehículo asegurado, son anteriores al siniestro en cuestión, y, en el vehículo contrario, son producidos con una mecánica y dirección diferente a la declarada.

c) La comprobación en redes sociales de la relación entre la parte asegurada y la contraria, a través del cruce de los perfiles correspondientes, nos revela una relación cercana y de amistad entre ocupantes de uno y otro vehículo. En las declaraciones, todas las implicadas niegan cualquier relación, por lo que las pruebas obtenidas sirven para destacar la falta de veracidad y el ánimo fraudulento en estas.

Después de relacionar minuciosamente toda la información obtenida, establecemos un escenario individualizado para cada una de las ocupantes, en función de su grado de implicación personal en el fraude, sus circunstancias personales, y su posición en cuanto al nivel de incosistencia de sus declaraciones.

A partir de aquí, tras compartir la situación con la tramitadora, volvemos a entrevistarnos individualmente con las personas implicadas, para que comunicarles el alcance de nuestras investigaciones, y darles la oportunidad de replantear su posición ante las pruebas obtenidas.

A raiz estas últimas gestiones, la conductora asegurada decide realizar un escrito anulando la declaración de siniestro realizada, y todas las ocupantes de este vehículo firman una renuncia a cualquier indemnización, admitiendo la falsedad de las circunstancias declaradas. 

FINALIZACIÓN Y ELABORACIÓN DEL INFORME:

Comunicamos a nuestro cliente el resultado de la investigación y le aportamos las renuncias de la parte asegurada.

La parte contraria persiste en su intención fraudulenta, por lo que el informe recoge rigurosamente las pruebas obtenidas, con la calidad documental necesaria, para que surta efectos legales en sede judicial si fuera necesario.