INNOVACIÓN
Queremos seguir en la vanguardía, adelantándonos a las necesidades futuras de las compañías, incorporando los avances tecnológicos y la investigación social, replanteándonos contínuamente cómo lo hacemos, para hacerlo mejor.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
El objetivo es situar al cliente en el centro del proceso
Entendemos la transformación digital como la resolución de problemas con nuevos enfoques, pensar de forma divergente para ofrecer una solución centrada en el cliente
El simple hecho de poder acceder a un documento desde cualquier lugar, en cualquier momento, enviar inmediatamente un vídeo, coordinar en tiempo real una intervención de distintos profesionales, etc., es indudable que aporta mayores posibilidades de éxito en una investigación.
Pero para BSD la digitalización hace referencia a una profunda TRANSFORMACIÓN DIGITAL de nuestro despacho. La posibilidad de contar con contenidos digitales, nos permite replantearnos los procesos, y reinventar los procedimientos con los que desarrollamos nuestra labor. Sin esta actitud profundamente innovadora, las mejoras que supondría contar con medios digitales con los mismos procedimientos de siempre, sería muy limitada.
Pretendemos utilizar la tecnología a nuestro alcance para procurar un cambio profundo y acelerado de nuestras actividades, simplificar los procesos, agilizar las gestiones, tener nuevos instrumentos para abordar las necesidades de nuestros clientes, mejorar los procesos de análisis y respuesta, pensar nuevos productos y procesos de comercialización.
Transformación digital para enfrentar los retos y aprovechar las nuevas oportunidades que la tecnología provoca a nivel global. Se trata, para nosotros, de una transformación estratégica y prioritaria, que sintoniza, a su vez, con la transformación digital de las compañías para las que trabajamos.
La transformación digital, y la profunda renovación que supone, nos sitúa en una posición privilegiada para mejorar nuestras técnicas de investigación.
TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN
El MCI es un instrumento vivo, que cambia diariamente, adaptándose y provocando cambios que nos permiten enfrentar nuevos retos y oportunidades.
En los 25 años que llevamos investigando en el sector asegurador, las técnicas de investigación que usamos, provenientes del campo de la criminología y las ciencias sociales, han ido depurándose para mostrarse eficaces en los entornos que operan. Algunas permanecen desde el principio, y van a ser difícilmente sustituidas en breve, dada su adaptación al escenario judicial. En la medida en que sean medios de prueba valiosos en los juzgados, no se verán cuestionados hasta que estas instancias permitan su evolución.
El proceso, que la transformación digital nos ha permitido acelerar, consiste en el mapeo explícito de todas las técnicas, procedimientos, y métodos que utilizamos, volcados en un MANUAL CORPORATIVO DE INVESTIGACIÓN (MCI), que se convierte en un instrumento digital poderoso de validación de estas técnicas, desde la recepción del encargo hasta la ratificación judicial.
El MCI no es un compedio de técnicas a aplicar, si no un proceso de cambio y validación constante, que nos permite cuestionarnos en todo momento formas diferentes de abordar los problemas y soluciones alternativas a los mismos, acelerado por la posibilidad de utilizar instrumentos digitales para la discusión, prueba, y contraste de los métodos.
Sin embargo, alentamos un proceso innovador que cuestiona permanentemente la validez de nuestras técnicas y métodos, repensándolas de formas diferente para ofrecer una mejor solución a las necesidades del cliente.
La evolución constante que nos permite la transformación digital y el MCI, se complementa con la capacidad de procesamiento de datos a gran escala, y con los esfuerzos de las compañías para comprender, a nivel global, cuales son los horizontes previsibles.
BIG DATA Y OBSERVATORIO DE FRAUDE
Encontrar los medios para sacar el máximo partido a estas posibilidades de colaboración, es otro de los retos que BSD enfrenta desde la transformación digital.
Nuestro trabajo, al realizarse necesariamente en contacto directo con la realidad, permite evaluar el grado de ajuste de los medios de detección a la realidad del fraude. ¿Los indicios utilizados por la inteligencia artificial, están correlacionados con los detectados en las investigaciones que desarrollamos? ¿El estudio de casos, que toda investigación de fraude real supone, corrabora el enfoque de las tecnologías de detección? ¿Cómo podemos hacer más efectivo, y mediante qué canales, podemos hacer más productiva esta evaluación?
Estos nuevos escenarios, que pueden venir motivados por nuevas formas de movilidad, entornos tecnológicos emergentes, o determinadas situaciones socio económicas, serán detectados en la medida en que mantengamos una vigilancia atenta sobre lo que realmente está pasando en la calle.
Los algoritmos y la inteligencia artificial, no pueden obviar el conocimiento directo. En BSD estamos continuamente observando lo que acontece realmente.
